20 años de impunidad. El crimen del niño de Gaza Muhammad Al-Durrah.

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Muhammad Al-Durrah y su padre Jamal el 30 de setiembre del 2000 tras un bloque de hormigón protegiéndose infructuosamente de la balacera de los soldados israelíes.

Hoy, Muhammad Al-Durrah, podría estar yendo a su trabajo, despidiéndose de sus hijos y su esposa en la puerta de su casa, dándole una palmada en el hombro a Jamal, su padre, en agradecimiento por la vida que le dio, y por como lo protegió ese 30 de setiembre del año 2000.

Muhammad podría haber sido un obrero, un científico, un médico, un empleado de oficina, lo que hubiera querido ser… y no fue, porque varias balas asesinas de invasores israelíes le arrebataron la vida ese 30 de setiembre del año 2000, cuando tenía 11 años. Allí quedó estancado su mundo, y también el de su familia.

El 30 de septiembre de 2000, Muhammad Al-Durrah, de 11 años, fue asesinado a tiros por soldados israelíes en la Franja de Gaza. Su padre, Jamal, quien intentó proteger a su hijo de una lluvia de balas, resultó herido en el incidente. Los asesinos del niño nunca han comparecido ante la justicia.

Dos días antes, el 28 de septiembre, el entonces líder de la oposición israelí Ariel Sharon (1928-2014), entró en el Santuario de la Mezquita Al-Aqsa con varios funcionarios israelíes de derecha protegidos por 2.000 policías militares. Los musulmanes palestinos dentro de la mezquita de Al-Aqsa protestaron por su provocativa visita. La protesta se extendió por el territorio palestino.

Arremetida criminal

El día en que Muhammad Al-Durrah fue asesinado, un grupo de palestinos, enojados por lo provocación de Sharon, se acercó al ilegal asentamiento israelí de Netzarim (habitado en ese momento) en el centro de la Franja de Gaza. Lanzaron piedras a los soldados de ocupación israelíes del puesto de control militar en la puerta oriental.

El niño y su padre quedaron atrapados detrás de una estructura de hormigón, y desde allí, Jamal Al-Durrah les gritó a los soldados israelíes que dejaran de disparar contra el niño. Sus gritos fueron ignorados y Muhammd fue impactado varias veces y murió en el regazo de su padre.

Las imágenes del tiroteo y la agonía de Muhammd dieron la vuelta al mundo. Sin embargo, ninguna organización internacional ha pedido jamás que se juzgue a los asesinos del niño.

La Intifada de Aqsa, el levantamiento provocado por el sionista Ariel Sharon, duró hasta febrero de 2005. Casi 5.000 palestinos murieron, incluidos unos 1.000 niños.

(Con información y foto de middleeastmonitor.com)

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