Sobreviviente de Sabra y Shatila espera reencontrarse con su hermana en Franja de Gaza

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Por Rasha Herzallah

En algún momento después de la muerte de su madre en junio de 2004, Ayman estaba ordenando la ropa dentro del armario de su difunta madre, Samira bin Abd al-Salam, cuando rompió a llorar, incapaz de creer que ella se había ido.

En un abrir y cerrar de ojos, todo cambió, y Ayman bin Hadia se sorprendió al encontrar un documento antiguo en el armario que demostraba que Samira no era su madre. El documento fue obtenido por su padre, Abdelkader bin Hadia, ciudadano tunecino, de la oficina de representación de la Organización de Liberación de Palestina en Damasco en 1982.

El documento dice: “La oficina de representación de la Organización de Liberación de Palestina en la República Árabe Siria certifica por la presente que el niño Ayman Abd al-Rahman Al Dirawi nació en Beirut, Líbano el 11 de junio de 1982, y que sus padres se encuentran entre los mártires que fueron asesinados durante la invasión sionista del Líbano”.

Asombrado por el nuevo hecho, Ayman se dirigió a su padre Abdelkader y le preguntó sobre el asunto. El padre rompió a llorar, temiendo que Ayman lo dejara después de saber que no era su hijo, y que lo adoptó de la oficina de la OLP después de que sus padres palestinos fueran asesinados en la masacre de Sabra y Shatila, que fue cometida por el Ejército de ocupación israelí y la milicia Falange el 16 de septiembre de 1982.

Abdelkader, quien trabajó como director del Instituto de Cultura de Túnez y tenía una sólida elación con la OLP al mismo tiempo, le dijo a Ayman la verdad y le narró como la OLP lo encontró después de la masacre, porque su madre Aisha lo esconsidió, junto a sus documentos de identidad, en un recipiente, cuando tenía tres meses de edad, ante el temor que lo asesinen durante la masacre. La OLP entonces lo tuvo en las oficinas principales de la organización en Damasco, la capital siria, junto a otros niños cuyas familias fueron masacrados. Ayman permaneció allí por tres meses, antes que los esposos Abdelkader bin Hadia y Samira bin Abd Al-Salam lo adoptaran.

Abdelkader y su esposa obtuvieron los papeles y documentos necesarios de la oficina de la OLP, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Túnez tomó las medidas necesarias para facilitar la entrada de Ayman en Túnez, a quien luego se le otorgó la nacionalidad tunecina.

No fue fácil para Ayman asimilar la verdad, pero le prometió a su padre, Abdelkader, que se quedaría con él, ya que al final fue él quien lo crió y cuidó. “Nunca sentí que no era su hijo en absoluto, nunca me dejaron sentir esto, cumplieron con su deber conmigo al máximo”, dice Ayman.

La pareja no había informado a Ayman de la verdad porque temían que los dejara y fuera a buscar a su familia palestina, ya que los primeros estaban tan apegados a él. Sin embargo, en septiembre de 2012, Abdelkader falleció y Ayman se casó, y luego comenzó el viaje para buscar a su familia palestina.

En 2016, Ayman obtuvo una visa para viajar al Líbano y, en el momento en que llegó, fue al campo de refugiados de Shatila para buscar la tumba de sus padres. Pero la gente del campamento le dijo que sus padres estaban enterrados en una fosa común con los muertos durante la masacre, y lo guiaron hasta la carretera. Ayman caminó con pasos pesados ​​y un cuerpo tembloroso hasta que llegó a la fosa común, donde cayó de rodillas. Les habló llorando, les colocó una corona de flores y se fue.

“Es difícil describir el sentimiento. Lloré mucho. Estaba muy triste, pero en algún momento me sentí orgulloso de ser hijo de dos mártires. Empecé a imaginar cómo se veían y deseé haber encontrado una foto de ellos”, dice Ayman, de 38 años.

La búsqueda de Ayman de las raíces de su familia no se detuvo, y la búsqueda lo llevó a encontrar personas de la familia Al Dirawi que vivían en la Franja de Gaza. Después de comunicarse con ellos, quedó claro que eran sus tíos. Le dijeron que su padre Abd al-Rahman emigró de Gaza en 1969, se dirigió a Jordania y de allí a la capital siria, Damasco, y luego al campamento de Shatila en Beirut, donde se casó con Aisha y más tarde tuvo el bebé Ayman.

“Deseo hablar con mi hermana, me dijeron que se llama Huda y que vive en Gaza y tiene 50 años. Está casada y tiene hijos, pero la familia tiene reservas. Debo hacer una prueba de ADN. Esto es lo que pide la familia, a pesar de que me han dado la bienvenida”, agrega Ayman.

El bloqueo impuesto a la Franja de Gaza, el cierre de los cruces fronterizos y la dificultad del viaje de Huda a Egipto para realizar una prueba de ADN aún impiden el encuentro de los dos hermanos. “Una vez realizada la prueba, obtendré la nacionalidad palestina, esto es lo que me dijo la embajada palestina en Túnez, quiero que mis tres hijas conozcan a su tía”, dice Ayman.

Nos comunicamos con Huda Al Dirawi, madre de cinco hijos y cuatro hijas, que vive en el campo de refugiados de Nusseirat, quien confirmó que se había hecho una prueba de ADN en Gaza, pero no pudo obtener un resultado debido al hecho de que los médicos tienen capacidades limitadas.

La idea de tener un hermano le parecía extraña, pero dice: “Soy una persona realista. No quiero tener muchas esperanzas, no me gustan las situaciones delicadas y tristes porque me han privado de mis padres y he vivido situaciones bastante difíciles. No sé si él [Ayman] resulta ser mi hermano, cómo voy a tratar con él”.

A pesar de su miedo, Huda a menudo les pide a sus hijos que se comuniquen con Ayman, y eso les gusta, pero en otras ocasiones teme que sus hijos estén apegados a Ayman o viceversa.

Le preguntamos, ¿realmente desearías que fuera tu hermano? Ella respondió: “Deseo tener un hermano, esto es algo hermoso”.

A Ayman, que actualmente trabaja en una sala de exhibición de automóviles en Susa, Túnez, también le preocupa si tiene hermanos de sus padres palestinos o no, o dónde están. Siempre está en contacto con las autoridades palestinas oficiales y con cualquier persona de la familia Al Dirawi en un intento de reunirse de una vez con su familia.

Este artículo se publicó originalmente en el sitio web de la Agencia de Noticias WAFA.

(Publicado en QNN News Network con el título: Un hermano y una hermana: a la espera de una prueba de ADN)

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