El ejército israelí arrasó este martes la aldea de Khirbet Humsa al-Fawqa en el Valle del Jordán, demoliendo 75 estructuras entre viviendas, establos, depósitos de agua, etc.
El resultado es el desplazamiento forzado de 85 palestinos, incluidos 35 niños.
Mu’taz Ibsharat, funcionario de la Autoridad Palestina a cargo de monitorear el muro del apartheid y los ilegales asentamientos coloniales en el norte del Valle del Jordán, dijo que el ejército israelí “ha llevado a cabo una operación de demolición, que es la peor en el Valle del Jordán en 12 años”.
Ibsharat agregó que la aldea ha sido anunciada como zona de desastre después del desplazamiento de sus residentes, y señaló que el estado de ocupación trabaja en vaciar el área ‘C’ de los palestinos nativos para reemplazarlos con colonos.
En la misma línea, el primer ministro Mohammed Shtayyeh pidió a la comunidad internacional que intervenga contra el intento israelí de “desplazar a los ciudadanos de Khirbet Humsa y a decenas de comunidades similares de sus hogares y tierras”, señalando el hecho de que Israel “eligió esta noche para cometer otro crimen”, ya que la atención se centra en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En lo que va de 2020, se han demolido 689 estructuras en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, más que en cualquier año completo desde 2016; dejando a 869 palestinos sin hogar. La falta de permisos de construcción emitidos por Israel se suele citar como una razón, aunque, debido al régimen de planificación restrictivo y discriminatorio, los palestinos casi nunca pueden obtener dichos permisos. Las demoliciones son un medio clave para crear un entorno diseñado para obligar a los palestinos a abandonar sus hogares, dijo Yvonne Helle Coordinador Humanitario de forma interina para el territorio palestino ocupado.
Ubicada en el Valle del Jordán, Hamsa al-Fawqa es una de las 38 comunidades beduinas y de pastores ubicadas parcial o totalmente dentro de las ‘zonas de tiro’ declaradas por Israel. Estas son algunas de las comunidades más vulnerables de Cisjordania, con acceso limitado a los servicios de educación y salud, y a la infraestructura de agua, saneamiento y electricidad.
(Con información, fotos y video de QNN News Network y la Agencia de Noticias WAFA)