
Los casi 5 mil palestinos, hombres mujeres y niños, que sufren prisión en las cárceles del gobierno de ocupación sionista de Israel por su constante lucha por la liberación de Palestina, son despojados sus más elementales derechos y sometidos a crueles torturas, condiciones inhumanas de sobrevivencia y la negligente política de tardía atención médica cuando enferman.
Además, más de 500 prisioneros están bajo el estatus de detención administrativa, lo que significa que fueron detenidos, pero no se les establece cargos ni se les juzga, pero si pueden ser retenidos durante indeterminados periodos de tiempo.
Siete de estos prisioneros con el estatus de detención administrativa están en huelga de hambre, algunos de ellos ya llevan más de dos meses protestando negándose a ingerir alimentos ni agua, sin que las autoridades israelíes dictaminen su libertad.
La Sociedad Palestina de Prisioneros (PPS) ha informado que el estado de salud de estos siete prisioneros se ha deteriorado por la acción de protesta emprendida.
Los huelguistas son Kayed Fasfous, Alaa Al-A’raj, Miqdad al-Kawasma, Hisham abu Hawash, Rayek Bisharat, Shadi abu Akaer y Hasan Shawkah.
Kayed Fasfous lleva 76 días de huelga de hambre ha perdido 35 kilos de peso, sufre dolores en todo el cuerpo, fatiga. Su familia ha expresado una seria preocupación por su salud.
Presos en huelga de hambre
- Kayed Fasfous (76 días de huelga de hambre)
- Alaa Al-A’raj (51 días de huelga de hambre)
- Miqdad al-Kawasma (70 días de huelga de hambre)
- Hisham abu Hawash (43 días de huelga de hambre)
- Rayek Bisharat (38 días de huelga de hambre)
- Shadi abu Akaer (35 días de huelga de hambre)
- Hasan Shawkah (9 días de huelga de hambre)
Con ellos, suman alrededor de 40 palestinos detenidos bajo el estatus de detención administrativa que iniciaron una huelga de hambre para lograr que las autoridades palestinas les otorgue su libertad, al no tener cargos ni juicios.
Miqdad Al-Kawasma, con 70 días sin comer ni beber agua, ha continuado su huelga de hambre y enfrenta condiciones de salud cada vez más peligrosas.
La SPP señaló que la ocupación continúa con su intransigencia y negativa a responder a su demanda de poner fin a su detención administrativa.
Agregó que Al-Kawasma se encuentra en el hospital israelí “Kaplan”. Fasfous, Al-Araj, Abu Hawash y Bisharat están en la Clínica de la prisión Ramle, mientras que el preso Shadi Abu Akaer está en las celdas de la prisión de Ofer, así como como el prisionero Hassan Shawkah.
La detención administrativa, que es una medida de represión contra el pueblo palestinos en su lucha por la liberación de su país, viola las leyes internacionales y los derechos humanos de los palestinos
En 2020, las fuerzas de ocupación israelíes arrestaron a 4.634 palestinos, entre ellos 543 niños y 128 mujeres, y emitieron 1.114 órdenes de detención administrativa.
A fines de marzo de 2021, el número de prisioneros y detenidos palestinos llegó a 4.450, incluidas 37 mujeres, 140 niños y 440 detenidos administrativos.
A fines de mayo de 2021, el número de prisioneros y detenidos palestinos en cárceles israelíes llegó a 4.277 palestinos, incluidos 435 detenidos administrativos.
Ex prisionera Jarrar reafirmó su lucha
Khalida Jarrar ha sido frecuentemente encarcelada, bajo el estatus de detención administrativa por su activismo en lucha por la liberación de Palestina del yugo opresor de la ocupación israelí. Hace pocos días logró su liberación y luego de visitar la tumba de su hija, de la que no pudo despedirse por estar encerrada, dio su testimonio.

Jarrar de 58 años, miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), ha sido arrestada varias veces desde 1989. Fue detenida en 2017 y liberada 20 meses después, aunque por poco tiempo, porque en octubre de 2019 volvió a ser arrestada por ocupar un cargo directivo en el FPLP, organización que es considerada “ilegal” por la ocupación israelí.
Su primera actividad al salir el lunes de la prisión de Damon, fue visitar la tumba de su hija Suha, quien falleció de un ataque al corazón. Sus carceleros no permitieron a Jarrar asistir al funeral de su hija, impidiéndole dar su último adiós.
“Me prohibieron participar en el funeral de mi amada hija y plantar un beso en la frente de mi hija”, dijo Jarrar en el cementerio.
“Me negaron su despedida”, agregó antes de romper a llorar.
“La última vez que abracé a Suha fue la noche de mi arresto en 2019”, continuó.
“Fue un momento difícil. Pero sentí que su espíritu me acompañaba”, dijo Jarrar.
Jarrar reafirmó su esperanza de libertad para el pueblo y Palestina. La liberación de las fuerzas de opresión, esclavitud, colonialismo que matan y persiguen a la humanidad.

Dijo que los seis prisioneros que fugaron de Gilboa decidieron hacerlo por su libertad, por abrazar a sus familias, por ver el sol, los olivos y la tierra palestina. Esto confirmó la criminalidad de la ocupación (israelí) que no conoce humanidad.
“Lo que me ayudó a superar esta difícil prueba fue la calidez de las prisioneras que me rodeaban y la calidez de la gente. Todas las palabras y sentimientos me alcanzaron y penetraron las celdas, las cercas y las ventanas de mi celda. Ese calor es lo que la ocupación no puede detener y contener en una celda”.
Jarrar reveló que recogía subrepticiamente rosas del Monte Carmelo, mientras se dirigía de la prisión a la clínica médica o para visitar a abogados, y las secó en su celda en la prisión de Damon, para finalmente colocarlas en la tumba de su difunta hija.
La ex prisionera le dirigió unas palabras a su hija, Suha, en las que decía: “Salí a la libertad y estoy segura de que ahora estás feliz. Y, claro que te extraño mucho, ya que te abracé por última vez la noche de mi arresto hace dos años”.
La gobernadora de Ramallah y Al-Bireh, Laila Ghannam, entregó a Jarrar la bandera con la que se envolvió el cuerpo de Suha antes de su entierro, y ella dijo: “Si Dios quiere, esta bandera ondeará en Jerusalén sobre sus mezquitas, iglesias y muros, con sus esfuerzos y firmeza y la firmeza de mujeres prisioneras y prisioneras e hijos de nuestro pueblo palestino”.
Agregó que la desaparición de la ocupación es una necesidad urgente, hasta que el derramamiento de sangre de los cuerpos del pueblo palestino y los que están tras las rejas se detenga.
Negligencia médica
La Autoridad de Asuntos de Prisioneros y Ex-Prisioneros cuestionó la política de negligencia médica que aplica la administración de prisiones de la ocupación israelí que posterga la prestación del tratamiento médico necesario a los prisioneros enfermos.
La comisión dijo ayer en un comunicado, que la administración penitenciaria de ocupación trasladó ayer al preso Nasser Abu Hamid al Hospital de Barzilai, con el fin de realizarle una operación, luego de que el jueves pasado se realizara una sesión de evaluación entre médicos sobre su estado de salud. .
Su hermano Nasr, que se encuentra en la prisión de Ashkelon, declaró que su hermano Nasser todavía sufre de tos y fatiga intensas y que su estado de salud es inestable.
El abogado de la comisión transmitió los reclamos de los presos en la prisión de Ashkelon, en donde hay muchos casos difíciles que necesitan intervenciones médicas urgentes, entre ellos: Muhammad Barash, Mamdouh Amr, Nasser Abu Hamid, Muwaffaq Arouk, Othman Abu Kharj, Shadi Musa, y Yasser Raba’a, Zaid Yunis, Khalil Abu Aram y el prisionero Zaid Yunis que ha estado sufriendo durante mucho tiempo de problemas dentales, y la administración de la prisión no ha brindado el tratamiento y los alimentos adecuados que necesita proporcionar.
(Palestina Hoy, con información y fotos de la agencia de noticias WAFA y QNN News Network)