
Israa Jaabis es una mujer palestina, de 36 años, prisionera del gobierno de ocupación sionista de Israel por haber luchado por la descolonización de su país, para acabar con la ocupación militar que está liquidando su tierra natal, su cultura y su religión.
Las prisioneras y activistas de derechos humanos han lanzado la campaña online #SaveIsraaJaabis para exigir su liberación de la prisión israelí, porque necesita cirugía y tratamiento médico urgente por las quemaduras de tercer grado que sufrió, y que no son tratados adecuadamente por las autoridades penitenciarias israelíes.
Una luchadora por la liberación de Palestina
Ella nació en Jabal Mukaber en la ciudad ocupada de Jerusalén, y en una de las protestas que realizó la resistencia palestina en octubre de 2015 resultó con graves quemaduras en el 60% de su cuerpo, incluido su rostro, lo que le produce intensos dolores que no reciben tratamiento oportuno por la desidia de las autoridades israelíes.
En las noches, el ardor de su cuerpo por las quemaduras la mantiene despierta y gime en su celda. Helwa Hamamra, una prisionera liberada de la prisión de HaSharon que estuvo en una celda del pabellón de Israa Jaabis, dice que en las noches de verano Israa sufre más por el calor, y no es raro escuchar sus gemidos y cuando se acercan a ella para ayudarla, la ven como se baña todo su cuerpo con agua fría para calmar el ardiente dolor.
“A menudo nos despertamos por los gemidos de Israa y luego la vemos de pie, bajo el agua fría por el ardor que siente en todo su cuerpo”, dice Hamamra, quien estuvo prisionera 6 años antes de ser liberada. En verano la prisión de HaSharon es “insoportablemente calurosa y la humedad es muy alta por estar muy cerca al mar y la mala ventilación del recinto. Esto le provoca irritaciones en las quemaduras de Israa y le produce mucho dolor” sigue contando Hamamra quien conoció a Israa en la cárcel, y quedó muy impresionada por su fortaleza y la determinación que posee, a pesar de sus dolores físicos y sicológicos.
Las quemaduras de Israa han alterado sus facciones en el rostro y las extremidades superiores. Su labio inferior se ha derretido, así como sus orejas que han quedado pegadas al cuello. Lo mismo le pasó en el hombro derecho, debajo de la axila, quedando pegado a su cuerpo, lo cual le impide mover el brazo.
Desidia de autoridades penitenciarias israelíes
“Israa enfrenta dificultades para mover sus manos, y cuando quiere hacer cualquier trabajo que requiera esfuerzo, incluso uno pequeño, se lastima la mano. Tiene dificultades para dormir y siempre esta ansiosa”, continúa Hamamra.
Por los intensos dolores, a Israa la llevan al hospital, y en algunas de esas ocasiones Hamamra le acompañó y vio el trato inhumano de los soldados israelíes que las custodiaron. Durante una de esas visitas, en plena pandemia del COVID 19, un soldado le gritó a Israa que no se ponga guantes para verle las manos. “Israa no tiene manos”, dijo Hamamra.
“Le resulta difícil comer o beber normalmente a Israa. La comida se le cae de los labios, necesita un tubo pequeño para beber, y necesita trajes especiales para su delicada piel, los cuales obtuvo luego de muchos reclamos a la prisión”, agrega Hamamra.
Otra de sus compañeras de prisión, Salam Abu Sharar, de la ciudad de Dura, al sur de Hebrón recuerda a Israa haciendo regalos para su familia. Bordaba y hacía muñecos para su hijo Mutasim, con la ayuda de las prisioneras. Y solía interpretar el papel de payaso en las actividades dentro de la prisión, aunque tenía poca concentración y no memorizaba bien sus diálogos por sus problemas físicos y sicológicos.
El médico especialista en cuidado de la piel, Salah Safi, mencionó que las quemadura de Jaabis con de tercer grado y requieren tratamiento con láser y varias cirugías para ayudarle con sus malestares.
Su hermana Mona Jaabis, dice que su hermana Israa necesita varias operaciones en el labio inferior, en las palmas de las manos, en el oído, para reducir los problemas de salud que tiene como falta de visión, problemas de respiración, escasa audición, sus dolores en los pies y la piel, entre otros, pero las autoridades penitenciarias israelíes se niegan a brindarle este tratamiento médico terapéutico.
El director del Centro de Defensa de las Libertades “Hurriyat”, Helmy Al-Araj, dijo que la prisionera Israa Jaabis necesita ser sometida a muchas operaciones delicadas, ya sean cosméticas o terapéuticas, y la inexplicable demora de las autoridades penitenciarias israelíes para autorizarlas es contraria al derecho internacional, el derecho internacional humanitario y los derechos humanos, su vida corre peligro, enfatizó.
(Palestina Hoy con información y foto de la Agencia de Noticias WAFA)