Jerusalén ocupada (QNN)- Las autoridades de ocupación israelíes entregaron el martes el cuerpo de la palestina Mai Afana, asesinada por las fuerzas de ocupación israelíes en la Jerusalén ocupada en junio de 2021.
Grandes multitudes participaron ayer en la procesión fúnebre de Afana en su ciudad natal, la ciudad de Abu Dis, en la parte oriental de la Jerusalén ocupada, después de que su familia recibiera su cuerpo.
El 16 de junio de 2021, Mai Afana, de 29 años, fue asesinada a tiros en su automóvil por las fuerzas de ocupación israelíes cerca de la aldea palestina de Hizma, al noroeste de la Jerusalén ocupada. Desde ese día, la ocupación israelí ha retenido su cuerpo.
El ejército israelí afirmó falsamente que Afana “intentó embestir a varios soldados de las FDI, salió de su vehículo con un cuchillo en la mano y fue neutralizada en respuesta”.
Afana, madre de una niña, trabajaba como profesora en la Universidad de Seguridad Palestina Al-Istiqlal, ubicada en la ciudad de Jericó, al este de Cisjordania ocupada.
Con respecto a la retención de los cuerpos de los mártires palestinos, para las familias, la práctica de Israel de retener los cuerpos de sus hijos equivale a un castigo colectivo en violación del derecho internacional humanitario.
Desde 1967, ‘Israel’ también ha establecido cementerios de números en zonas militares cerradas donde guarda los cuerpos de palestinos y árabes que murieron durante la guerra o la lucha contra la ocupación israelí de Cisjordania, la parte oriental de Jerusalén y la Franja de Gaza. .
‘Israel’ sigue reteniendo los cuerpos de 104 mártires palestinos asesinados por sus fuerzas desde 2015, incluidos los cuerpos de nueve detenidos, según la Comisión Palestina de Detenidos.
Al-Haq, un grupo palestino de derechos humanos, dice que “la retención de cuerpos palestinos es una práctica estándar utilizada durante mucho tiempo por Israel que viola sus obligaciones como potencia ocupante en virtud del derecho internacional. El derecho internacional humanitario consuetudinario estipula que las partes en un conflicto armado deben respetar a los muertos que “deben ser eliminados de manera respetuosa”. Además, obliga a las partes en conflicto a devolver los restos y efectos personales de los muertos a sus familias. Además, el artículo 17 del II Convenio de Ginebra exige que el difunto sea retenido de acuerdo con los ritos religiosos a los que pertenece”
Fuente: QudsN