El informe quincenal de Protección de Civiles de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) indicó que entre el 14 y el 27 de julio el gobierno israelí ha demolido o confiscado 30 propiedades de palestinos ubicados en el Área C de Cisjordania y de Jerusalén Este, desplazando a 25 familias y afectando a unas 140 personas.
Las autoridades israelíes “no autorizan” ni expiden permisos para construcciones de propiedades de ciudadanos palestinos y luego emiten órdenes de demolición o confiscación por no tener dichos documentos de las fuerzas de ocupación.
En un incidente ocurrido el 21 de julio, las autoridades israelíes demolieron una estructura en las afueras de la ciudad de Hebrón, en el sur de Cisjordania, que, según el municipio de Hebrón, se planeó utilizar como centro de pruebas COVID-19.
Esta y otras tres estructuras fueron demolidas mediante la Orden Militar 1797, que permite la eliminación de edificios “no autorizados” dentro de las 96 horas posteriores a la entrega de un aviso. Las organizaciones humanitarias y de derechos humanos han expresado reiteradamente su preocupación por este procedimiento, que en gran medida impide que las personas afectadas sean escuchadas ante un órgano judicial.
Desde el inicio de la emergencia de COVID-19, el 5 de marzo, citando la falta de permisos de construcción, las autoridades de ocupación israelíes demolieron o incautaron 19 viviendas habitadas que estaban en su lugar antes de esa fecha, desplazando a 104 palestinos, según el informe de OCHA. Los israelíes se habían comprometido a suspender la demolición de tales estructuras durante la pandemia.
Desde el comienzo de la emergencia sanitaria, 282 estructuras palestinas de todo tipo han sido demolidas o incautadas debido a la falta de permisos de construcción, en contravención del derecho internacional humanitario, indica el informe.
Los colonos israelíes también hirieron a tres palestinos, destrozaron una mezquita, y otras propiedades durante el período del informe, dijo OCHA. Las lesiones incluyen a dos hombres palestinos agredidos físicamente con palos y apedreados en la aldea de Turmus’ayya cerca de Ramallah y otro en el área H2 controlada por el ejército israelí de la ciudad de Hebrón.
El 27 de julio, una mezquita en la ciudad de Al Bireh, adyacente a Ramallah, fue incendiada, dañando partes de ella, y se pintó graffiti en hebreo en sus paredes con lemas racistas. Se incendiaron o cortaron unos 30 olivos en Turmus’ayya, así como en las aldeas Burin y Qaryut cerca de Naplusa, en el norte de Cisjordania, y en la ciudad de Sa’ir, cerca de Hebrón. Otras propiedades destrozadas incluyen excavadoras y otras herramientas en una cantera en el pueblo de Jamma’in cerca de Naplusa y tiendas cerradas en el área H2 de la ciudad de Hebrón.
El 21 de julio, en el área H2 en Hebrón, dos niños palestinos, de 11 y 14 años, fueron quemados y heridos, uno de ellos severamente, después de manejar un objeto que cayó de un avión israelí, según los informes durante un entrenamiento militar. El incidente ocurrió cerca de la casa de los niños.
(Con información y foto de Agencia de Noticias Wafa)
