El coordinador humanitario de las Naciones Unidas, Jamie McGoldrick, pidió hoy a Israel que permita de inmediato la entrada de combustible y otros bienes esenciales a la Franja de Gaza sitiada para evitar una catástrofe humanitaria.
“El deterioro observado en las últimas semanas en la Franja de Gaza es motivo de gran preocupación”, dijo en un comunicado, explicando que, con una escalada de hostilidades en la zona, “Israel ha limitado la transferencia de ciertos bienes al enclave costero bloqueado, reducido la zona de pesca permitida e impidió las entregas de combustible, incluido el combustible facilitado por la ONU para la única central eléctrica de Gaza. Como resultado, la central eléctrica de Gaza cesó sus operaciones el 18 de agosto, reduciendo drásticamente el suministro de electricidad a casi 2 millones de palestinos”, dijo el funcionario de la ONU.
“Además, y marcando un importante deterioro de la situación sanitaria, el 24 de agosto se confirmaron los primeros casos de COVID-19 fuera de las instalaciones de cuarentena. Hasta el momento, hay 280 casos activos conocidos, 243 de los cuales son de transmisión comunitaria”.
Agregó: “En la actualidad, las personas tienen acceso a un suministro eléctrico continuo por un máximo de cuatro horas diarias, una situación difícil en cualquier momento, pero especialmente grave dados los esfuerzos para contener el brote de COVID-19. La situación está obstaculizando la prestación de servicios en las instalaciones de cuarentena y la capacidad del sistema de salud para hacer frente a las crecientes demandas, como la capacidad de detectar nuevos casos de COVID-19. Los cortes de energía en los hospitales están teniendo graves repercusiones, y los pacientes en cuidados intensivos, casos crónicos y de emergencia son particularmente vulnerables.
“La reducción en el suministro de electricidad también está socavando gravemente otra infraestructura crítica, incluidas las operaciones de todos los pozos de agua, estaciones de bombeo de aguas residuales, plantas de tratamiento de aguas residuales y algunas plantas de desalinización. El suministro de agua potable y tratamiento de aguas residuales se ve afectado. Ahora existe un alto riesgo de que las aguas residuales inunden áreas pobladas, aumente la contaminación en el mar Mediterráneo y a lo largo de la costa, y una mayor contaminación del acuífero”.
McGoldrick advirtió que, tras 13 años de bloqueo israelí y una grave situación humanitaria en Gaza, se requiere una acción rápida para aliviar la situación humanitaria, prevenir un mayor deterioro y aumentar el respeto por el derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos, y pidió a Israel que “permita de inmediato la reanudación del (abastecimiento de) combustible en la Franja de Gaza, en consonancia con sus obligaciones como potencia ocupante, para garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de las personas y evitar el colapso de los servicios básicos”.
(Con información y foto de la Agencia de Noticias WAFA)