La Comisión de Asuntos de Detenidos y Ex-Prisioneros advirtió hoy martes que el estado de salud del prisionero palestino en huelga de hambre Kayed al-Fosfus ha llegado a un punto crítico y se teme por su vida, luego de 111 días sin comer, ni beber agua.
Kayed al-Fosfus es uno de los 7 prisioneros bajo el estatus de detención administrativa, que se encuentran realizando una huelga de hambre en protesta por la incertidumbre de su situación legal que los tiene encerrados en cárceles israelíes por tiempo indefinido.
La misma acción de protesta es realizada por Miqdad al-Qawasma (104 días), Alaa al-Araj (86 días), Hisham Abu Hawash (77 días), Shadi Abu Akar (70 días), y Ayyad al-Harimi (41 días), y Louay Al-Ashqar, que ha estado en huelga durante 23 días. El preso Rateb Hrebat lleva 25 días en huelga de hambre, en solidaridad con los siete presos.
Al-Fosfus: situación difícil y peligrosa para su salud
El abogado de la comisión de prisioneros, Karim Ajwa, dijo, poco después de su visita a al-Fosfus en el Hospital de Barzilai, que sufre de fuertes dolores en todo el cuerpo y siente calor y ardor en los ojos, y sufre de fatiga severa e incapacidad para moverse y que no siente sus pies en absoluto. Su situación es muy difícil y peligrosa; y puede derivar en su muerte, aseveró el abogado.
Ajwa señaló que al-Fosfus está confinado a una cama de hospital israelí y se niega a que le realicen todos los exámenes médicos, diciendo que “No aceptará ningún examen, excepto en un hospital palestino”.
Al-Fosfus confirmó que el jueves pasado, concretamente a las 12 de la noche, llegaron los carceleros, lo ataron y le dijeron que estaba bajo la responsabilidad de la Shabab (Autoridad Penitenciaria).
Cabe señalar que el prisionero palestino de 32 años de la localidad de Dura, gobernación de Hebrón, ha estado en huelga de hambre durante 111 días por su arbitraria detención administrativa.

El portavoz de los medios de comunicación de la Comisión de Asuntos de Prisioneros y Ex-Prisioneros, Hassan Abd Rabbo, dijo que el huelguista Qawasma, también está en una situación de salud “muy preocupante”. Sufre de intoxicación sanguínea y presenta problemas en el corazón, pulmones, riñones e hígado, lo que afecta su capacidad para moverse, hablar y ver. El resto de los presos se encuentran en la clínica de la prisión de Ramle.
Solidaridad con los huelguistas
Las actividades de solidaridad con los prisioneros en huelga de hambre se siguen incrementando. El pasado viernes, en el pueblo de Anabta, al este de Tulkarm, se realizó una marcha y un plantón en su apoyo.
Los participantes en la vigilia izaron banderas palestinas y fotografías de los prisioneros, y corearon cánticos patrióticos en apoyo de ellos, pidiendo presión sobre la ocupación israelí para que los libere.
En sus discursos durante la vigilia, los oradores enfatizaron que los arrestos de ciudadanos palestinos son incompatibles con las leyes internacionales y las leyes humanitarias, y enfatizaron que los huelguistas de hambre, incluido Alaa al-Araj, hijo de la ciudad de Anabta, tienen derechos y están defendiendo su dignidad y la dignidad de su pueblo.
Nabila Al-Araj, la madre de Alaa, dijo que la situación de los prisioneros es el tema de todo el pueblo palestino y no solo de sus familias. Agregó que a pesar del grave estado de salud de Alaa, él goza de una alta voluntad y moral que lo guiará hasta lograr la libertad y la victoria.
(Palestina Hoy con información y foto de la Agencia de Noticias WAFA y QNN News Network)